jueves, 17 de abril de 2008

Lo que pasó... pasó entre tu y to


Una relación siempre es fácil hasta que los problemas se presentan. Yo nunca discutí con una antigua ex novia porque sabía de su carácter intolerante y poco negociador.

La incompatibilidad de caracteres, caprichos, quemadas de rancho, incomprensión, falta de empatía y simpatía; cualquier razón es válida cuando se quiere terminar. Dicen que el dinero es una razón poderosa; no lo dudo. Está comprobado que las mujeres se casan con alguien que les dé seguridad, estabilidad, lo cual me parece bien... Nadie quiere estar con un loco o un pobre diablo que no tiene dirección en su vida. El amor en estos casos se aprende. Parece ser cínica mi opinión pero sé de muchos casos.

Es mejor estar solo, aunque sea alegre tener una novia la mayoría de las veces. Cuando una relación se termina, siempre se busca un culpable y por lo general, o casi siempre la culpa es del hombre por la razón que sea; y las razones van desde que pensamos distinto o no tenemos trabajo hasta que dejemos la tapa del inodoro levantada. Amén. La mujer siempre sale en caballo blanco, aplaudida por la concurrencia del teatro, llámese, sociedad, familia, etc. Y eso es muy típico en sociedades tercermundistas y machistas como ésta donde el macho se hace respetar y la mujer, en algunos casos, se extra-victimiza. Ninguno de los dos sexos son unos ángeles blancos o nobles.

Es difícil mantener una relación sana, siempre hay problemas y aunque, cualquiera de los dos acepte sus errores, no es suficiente para la otra persona. Las peleas se hacen interminables e inútiles. Hace un par de años salió publicado por la BBC, un estudio donde mencionaba que las mujeres necesitan pelear para estar contentas y cantaba a cuatro vientos que es una situación hormonal, incluso genética. Eso lo explica todo.

Los reclamos entre pareja que ocurren cuando no hay absolutamente ningún nexo afectivo, me han parecido fuera de lugar y más, cuando se toma como verdad absoluta lo que se escribe en un blog. Un blog es un diario personal público sin un valor informativo que no sea el puro morbo o vouyerismo de leer los pensamientos de la otra persona.

Lo único que queda decir en estos casos es... estoy bien, tengo un buen trabajo, sigo mi camino sin tí y espero que tú hagas lo mismo. Se acabó. No me leás. No me pensés... te lo vuelvo a repetir la historia se acabó. Igual no te voy a buscar. Esto me lo han enseñado más de alguna vez pero uno tiene su corazón y sufre, a menudo más de la cuenta. A veces depende el humor que tenga Dios ese día y pueda regalar una segunda oportunidad. Mientras tanto... no se puede terminar con un final feliz.

---------------------------Imagen tomada de www.ehow.com

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