viernes, 31 de diciembre de 2010

RECUENTO DEL 2010


Ha sido un año de mucha sabiduría adquirida. Las deudas aunque son terribles ya se pueden manejar, incluso el estrés que conlleva esa terrible cruz. Aun así, hay que hacer de tripas corazón porque la vida sigue y si me detengo a desmoronarme o me encierro en una depresión infantil o trauma puber o peor aún, evadirme; se me jode el futuro. Hay una frase que siempre me gusta recordar en momentos así. Es de la película Seabiscuit y lo dice muy claro Jeff Bridges. ADVIERTO: Esto frase vale más que 9 libros de Paulo Coelho, filosofías budistas y drogas psicotrópicos.....: Y dice así: Todos perdemos a veces y uno, o vuelve a casa o sigue luchando.

Es complicado asimilarlo porque no se entiende como se pueden dejar a un lado sentimientos humanos como impotencia, frustración, desesperación, ira y odio. Y no es que se renuncie a su propia humanidad lo que pasa es que se cambian cosas inservibles por otras que son funcionales digamos: paciencia, solidaridad, fortaleza y sacrificio. Dejar de pensar en uno mismo y tener presente a los demás. Sip, también la compasión y el entendimiento. Y no es que se convierta uno en un insensible en el proceso. Lo que pasa es que la edad de mártir ya me pasó, y solo queda crecer y madurar. La inocencia no muere, se convierte en FE. Por lo menos a mí me ha servido.

Los procesos judiciales terminaron. Y parece que el futuro empieza a partir de este 2011. Tengo planificado vivir mucho tiempo. Así que tengo varias opciones profesionales e intelectuales y por primera vez, voy a pensar en qué quiero para mi vida y eso es emocionante. Tengo ganas de seguir aprendiendo y vivir. El 2011 promete y se presenta un crisol de opciones. Tengo la impresión que cualquier camino que tome la vida me sonreirá más. Todo se resolverá pronto. Y esto relajos familiares será cosa del pasado.

Gracias por lo que tengo, por los amigos y por la salud. Lo otro se resolverá pronto y mejor. Ya verán. Es una promesa realista que me hago, pero esto no se podrá hacer sin ayuda. La Fe mueve montañas. Muy cierto. Salud y FELIZ AÑO 2011.

lunes, 27 de diciembre de 2010

TELEPHANTASM: EL RETORNO DE SOUNDGARDEN


La compilación salió el pasado 28 de septiembre y en una semana alcanzó el millón de copias. La versión Deluxe contiene dos discos canciones lados B y versiones en vivo de éxitos. También incluye un DVD la videografía de la banda incluso algunos que fueron censurados.

Telephantasm pretende ser un behind the scene de una carrera titánica iniciada en la segunda mitad de la década de los ochentas y que terminó "necesariamente" en 1997. En palabras del guitarrista Kim Thayil Telephantasm significa: Tele es a la distancia viene de lejos. Phantasm (fantasma) es una ilusión o podría ser un fantasma; es un tìtulo apropiado para una banda que ha estado inactiva por 13 años, explica.

La banda realizó dos presentaciones en el show de Conan O´Brien el 9 de noviembre al mismo tiempo que lanzó el video de Black Rain, primer sencillo promocional del disco. Fue grabado en las sesiones del disco Badmotorfinger de 1991 pero no fue incluida por errores en arreglos y problemas con la letra. Chris Cornell volvió a escuchar la canción al momento de juntar el material para Telephantasm y le pareció muy fácil hacer las correcciones para revivir la canción. Black Rain es parte del Video Juego Guitar Hero: Warriors of Rock y está nominada para los grammys por mejor interpretación de rock alternativo.

Les dejo las presentaciones en el programa de Conan y el video original... disfruten. Aquí es donde se admira la potencia de la voz de Chris Cornell. Thayil y Shepperd siguen siendo poderosos músicos. Como si no se hubieran separado. (Lo siento por Pearl Jam porque pierde a Matt Cameron. Espero que siga tocando y grabando con ellos). Bienvenidos.

BLACK RAIN EN CONAN O'BRIEN



HUNTED DOWN



BLACK RAIN VIDEO OFICIAL

viernes, 24 de diciembre de 2010

CENA DE NAVIDAD (Relato)


Era poco más de las 7 de la noche cuando doña Rosa apagaba la estufa y llamaba a comer a sus hijos. Los tres hermanos veían la película Scrooged en el canal Request que pasaba los últimos estrenos de Hollywood. La madre los llamaba insistentemente: -¡A coooomeeeeer!. Apagaron la televisión y camino a la mesa mientras se repetían los diálogos de la película mientras reían. Pasaron por la sala donde el arbolito con sus luces titilantes les saludaba al pasar junto con el fulgor que emanaba del nacimiento les sacaba una sonrisa. Al llegar al comedor, la mesa tenía un mantel con una pascua estampada y las hojas repartidas alrededor. La frase de Feliz Navidad en el centro. Un par de candelas verde y roja estaban prendidas. Cuatro individuales con platos especiales para estas fiestas. Doña Rosa puso los últimos dos tamales en la mesa y regresó corriendo por los limones y el pan. Todos se sentaron a la mesa a degustar de la cena navideña. -Me faltó el ponche- dijo la señora. -Voy por él mamita-, dijo el mayor. -Qué ricos los tamales madre-, decían. ¿Hay más verdad?. -Sí mijito chulo, hay más-, respondía contenta.

Todos quedaron callados cuando la puerta del zaguán se abría. Oyeron la caída de unas llaves y luego el somatón de la puerta. Los tres hermanos hicieron cada uno su gesto de desapruebo. -A la puta-, susurró el mayor. Se recordó de aquella navidad cuando su papá entró borracho y estrelló la cara con el filo de la radiola. Tuvo que pasar esa navidad en el Hospital San Juan de Dios mientras le cosían 8 puntos en el pómulo.
El segundo puso su mano en la frente y la recorría con sus dedos. Recordó aquella vez que su papá se lo llevó cuando tenía 6 años a una cantina. Doña Rosa recorrió los antros de mala muerte que conocía hasta que pro fin, y a las tres de la mañana encontró al borracho dándose a golpes con otros de sus amigos bebedores mientras que en la banca de una esquina su hijo dormía mientras temblaba del frío. La madre aún contaba como fue aquel abrazo de alivio cuando el infante la vio. -Tengo hambre mamita llevame a la casa, por favor-, decía mientras lloraba inconsolable.

Doña Rosa se paró con aquel rostro patibulario. Abrió la puerta y dejó entrar a su marido cuyo aspecto indigente hizo que su entrada a la casa fuera el de un triunfo. El vaho de tres días de furia alcohólica se esparció por toda la casa como plaga medieval. La tensión creció. El hombre dió dos pasos y contempló la hermosa escena de una familia reunida disfrutando de la comida en la víspera de la navidad. Parpadeó tres veces y erutó, se dio la vuelta y caminó a su cuarto no sin antes meter un pie en el nacimiento. Destruyó una laguna que el hijo más pequeño había construído con un pedazo de vidrio. Todos los patos, gallinas becerros y pastores volaron por la sala como si hubiera caído una bomba atómica en aquella Belén ornamental.

El mayor se levantó de la mesa y se dirigió al teléfono. Marcó el número de don Julio González el doctor de la casa de rehabilitación "Hospital San Dionisio" que se ubicaba en la zona 3. La voz del hermano mayor se escuchaba entre uno que otro cuete, petardo o mortero que explotaba en la calle previo a las 12. -Hola Don Julio, aquí le saluda Guillermo. -¿Qué tal uste, cómo está? Feliz Navidad, respondió. En la mesa los dos hermanos pudieron escuchar los deseos de Don Julio.
-Para contarle que llegamos mañana con mi papá. - Si hombre como no, no tenga pena. Yo estoy de turno y aquí los esperamos. No se pueden pasar las fiestas tranquilas verdá uste?, Cómo jode la gente-, le dijo como consuelo. -Mañana véngase y para año nuevo lo tenémos curado, no tenga pena. -Gracias, contestó Guillermo y colgó. Regresó a la mesa y le dijo a su mamá: -Ya mamá, ya está arreglado. -Terminemos de comer, contestó doña Rosa.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

HEAT: A 15 AÑOS DEL INMORTAL DRAMA POLICIAL


Neil (Robert De Niro) entra al banco con mirada curiosa. De fondo un ritmo de dos tiempos por segundo que elevan la tensión. Michael Mann, director, nos muestra los pasos de Neil un ladrón profesional. Sabemos que se trama algo porque tiene un audífono puesto.

Close up a los ojos. Neil revisa, sereno, es otra caminata rutinaria. Chris Shirheldis (Kilmer) aparece viendo al suelo. Neil entra al lobby del banco. Mann hace el recorrido de toda la sala. Chris inspecciona. Todo bien. Michael (Slick) Cheritto (Tom Sizemore), se pone en posición; espera la señal. Ve al policía detrás de él y sonríe a un cuentahabiente, el muy descarado. Neil se pone la máscara, Cheritto, lo mismo. Shirheldis pone su portafolio en una mesa y rompe al primer policía. Cheritto se deshace del suyo. Neil desenfunda su ametraladora y dicta ordenes. El griterío de la gente empieza. Amarran a los policías. Con el banco bajo control, Neil advierte: "No queremos herir a nadie, su ahorros están protegidos por el gobierno no van a perder ni un céntimo. Piensen en sus familias. No se arriesguen". El primer "gallito", el gerente del banco -¿quién no le quiere romper la cara a uno de estos figurines?- sufre la desobediencia por parte de McCauley al negarse a darle la llave de la bóveda. "Siéntate y dejalo sangrar" ordena. Chris entra a la bóveda, saca un bolsón y se apodera de un fardo de dinero, rompe la bolsa de plástico para que el dinero se disperse. Neil tiene su botín. Y sale. Le da una bolsa a Cheritto. En el cuartel policial un pobre oficial entra a la oficina de robos y narcóticos y avisa al todos los que llevan el caso de McCauley que un asalto se lleva a cabo. Cheritto se saca la máscara y se peina sale del banco. En el auto y punto de llegar, los policías avisan de la localización de los asaltantes y como va el robo. Cheritto entra al auto y se ríe. Celebra tocando la espalda de Don Breedan, (Dennis Haysbert). Luego sale Neil. Ya están saliendo. Hanna ordena precauciones. Se estaciona y se aproxima con su ametralladora. Todos los policías toman sus posiciones. Neil entra al auto. Chris es el último en llegar. Ve a los policías y desenfunda. Asi empieza la ruidosa y emocionante secuencia de acción policial más impactante jamás filmada.

Gracias al brillante guión escrito por Michael Mann la película es un enorme panorama humano sobre dos bandos, tanto el bueno como el malo cuyo deseo es sobrevivir la vida. Por un lado tenemos a Vincent Hanna (Al Pacino en su feroz versión) cuyo tercer matrimonio se diluye en el inodoro gracias a una vida dedicada a perseguir bandas delincuenciales. Tiene una familia con Justine Hanna (Diane Venora) y su hijastra Lauren (Natalie Portman). Hanna empieza la cacería de Neil luego de un asalto a un camión blindado. Le fascina la planeación y lo minucioso del robo. Le emociona el reto de atraparlo. Por el otro lado, Neil es un ladrón profesional, cuyo equipo se deshace emocionalmente pero son unos profesionales en lo que hacen.

"I'm proud of you"

Mann nos muestra cada uno de los retratos de cada personaje. Es tal su logro que con un par de líneas ya sabemos la vida que cada uno tuvo que escoger. El caso más conmovedor sin duda es el Breedan, un delincuente de color que con tal de renunciar a su pasado y rehacer su vida con su novia obtiene un empleo como cocinero, luego de serlo en la prisión, y el jefe del restaurante le ordena que limpie los baños y saque la basura. Al hacer todo esto, su novia le dice: "Estoy orgulloso se tí". Breedan ríe y con ojos a punto de lágrimas le pregunta "¿Por qué estás orgulloso de mí?". "Vámonos a casa", le contesta ella. Una escena que dice millones de cosas y te rompe como espectador.

El encuentro entre Hanna y McCauley en un restaurante es un hito en el cine. Solo la escena entre Pacino y Brando en el Padrino I tiene tal impacto emocional. Ésta, en Heat, podría ser la segunda. Ninguno de los dos se deja intimidar. Si por un momento despertamos y nos damos cuenta que son actores (los mejores actores de su generación), ambos son simplemente duros y magistrales. Vamos otra vez a los diálogos en dos o tres líneas. Se sabe de dónde viene cada uno; su ética, su visión de la vida, su filosofía. Hanna justifica sus acciones con una sonrisa al final. Neil aunque evasivo cierra sus oraciones con una mirada de 9 milímetros. "No te encariñes de algo que no puedas abandonar en 30 segundos si sientes a la poli cerca. Si estás encima de mi y te tienes que mover cuando yo me muevo, - Y lanza el comentario venenoso como para desbaratar la profesión de gendarme- ¿Quién puede conservar un matrimonio así?". Interesante observación -responde Hanna y luego desvaloriza el juicio-, ¿Qué eres un monje". El juego de ping pong entre ambos es una lección de actuación. Ambos se escuchan, se retan se ningunean , se odian. Simplemente genial. Los dos se sonríen a labios fruncidos, sin mostrar dientes. Se admiran. Es para hacer un ensayo.

Dramas familiares

Tanto policías como la banda tienen sus vidas fuera de sus profesiones. Celebran van a comer en familia, se compran regalos, etc. Todos se conocen. Es para llevárselos a todos al Club La Montaña y luego a jugar a policías y bandidos. Todos los personajes son entrañables, sufrimos con ellos, nos invitan a sus casas, los conocemos y simpatizamos con sus causas. Incluso Waingro (Kevin Gage) y Roger Van Zant (William Fitchner) son de los personajes más detestables junto con Hugh Benny (Heny Rollins) nos atraen como fuerzas que no están al alcance de nuestras manos y rompen con la rivalidad entre Hanna y McCauley. La suerte de Trejo también afecta y duele, al igual que el gesto de la novia de Breedan cuando se entera del final de su novio que un par de noches atrás le dijo que estaba orgulloso de él, o incluso el abrazo de consuelo de Hanna a la madre de la niña prostituta que Waingro le rompe la cabeza a puñetazos, o el gesto de abandono de Eady (Anne Brenneman) cuando Neil se va. Y qué decir de la actuación implosiva de Jon Voigth, parco, puntual; práctico. En suma la película afecta emocionalmente y se queda rondando en la cabeza por 15 años y se quedará por mucho tiempo. Dosis de adrenalina con dolor medular.

Michael Mann venía de series ochenteras como Miami Vice y la precuela Dragón Rojo del Silencio de los Inocentes. Filmó El último de los Mohicanos pero fue HEAT la que lo ubicó entre los realizadores y directores más importantes del urbe. El informante, otra joya, lo encumbraría. Después llegó Alí.

A 15 años de HEAT la seguímos viendo, impávidos, al borde del asiento esperando una resolución alterna, maravillándonos por las actuaciones y celebramos el cine de acción y el drama humano.

martes, 7 de diciembre de 2010

Un corazón de madera (Relato)


Vi un corazón, lo vi. Era pequeño, como de madera y de color oro. ¿Le dí un abrazo a Sofía? –se preguntó-. La mañana interrumpió lo mejor. El sol de septiembre avisaba en la persiana que eran las 7:30 y es justo el momento para levantarse. Se arregló para irse a trabajar. Sofía trabaja en el mismo recinto solo que en diferente departamento. Siempre se veían en las escaleras, en la cocina o a veces, se cruzaban en los pasillos.

Ella siempre le tenía preparada una sonrisa que él a veces no sabía ni qué hacer. Los mensajes por Facebook, correos, chateos, mensajitos por celular, siempre fueron los instrumentos de comunicación que elevaba la complicidad. Cuando salían, intercambiaban risas, opiniones, sentimientos, libros, películas y a veces hablaban de enfermedades, sueños torcidos y alguno que otro fetiche que se les ocurriera. A veces, Diego no entendía qué diablos decía Sofía. Ella era inteligente, académica, con grandes honores, viajada y vivida. Eso le llamaba mucho la atención pese a que lo intimidara porque Diego era: “un patojo de su casa”. Había pasado muchas crisis, enfermedades y líos legales con su familia. Para lo que menos tenía tiempo era para involucrarse con alguien, aunque a veces le atacara la soledad. Su antigua novia lo dejó por esa inestabilidad familiar. Él se quedó solo. Se convirtió en un erizo. Y mujeres nunca le faltaron pero se sentía como un inválido; “mercadería dañada” es la expresión que oyó.

La insistencia de Sofía a tomar una taza de café a algún lado, le ganó, a pesar que no se sentía listo. Igual le llamaba la atención que una mujer tan exitosa se acercara con algo más que una simple amistad. Ya sabía que Sofía había preguntado por él varias veces a amigos mutuos y le confesó a una amiga cercana a Diego, sin saberlo ella, su interés por él. Tantos clavos, tantas barreras impuestas que bloquean felicidad. Además teníamuy presente esa famosa frase de No querer con desgano.

La atención hacia Diego en los meses subsiguientes aumentó poco a poco y se conocieron gracias a los milagros del internet. De alguna manera, ella seguía esperando alguna acción o gesto que le asegurara, que Diego estaba interesado en una relación. Un día fueron al cine con otros amigos y se sintió cómodo a pesar del espacio que robaban los otros invitados. Diego decía sí a todas las invitaciones y le encantaba estar con ella aunque sea con extra compañía. Después de varias salidas tuvo la osadía de ordenarle que se juntaran en algún lugar, sin siquiera preguntarle si podía o no. A ella le encantó eso. Obtuvo su señal. Al parecer ya se había decidido. Ese fin de semana que salieron, pero no pasó nada y todo terminó en un abrazo. -¿Qué diablos me pasa se decía?, ¿Por qué no quiero?, ¿Por qué no me lanzo?. Siguieron saliendo a pesar de todo. Una noche ella lo invitó a una fogata. Amigos y conocidos tiraron todas las cosas que nos les servían. Cuando la fogata terminó, ella fue a su auto y Diego la seguía. Él se detuvo y levantó del suelo un pequeño corazón de madera que interpretó como una señal para ambos, y se recordó de ese detalle.

El interés empezó a marchitarse. Diego seguía petrificado. Se preguntaba cómo alguien como ella se podía fijar en él. Sofía perdió la esperanza. Su ego como mujer estaba siendo herido y empezó a alejarse. Dejó de ponerle atención, ya no le escribía. Diego, sin notarlo, empezaba a escribirle más seguido. Sofía, sin embargo, apartó sus pasiones y empezó a tratarlo como un amigo. Con la llegada de las vacaciones, y con un viaje que ella tenía programado, él le diría lo que sentía en un final dramático antes que se fuera. Lo tenía todo planeado: se juntarían unos días antes a platicar y aprovecharía el momento para confesarle sus sentimientos. Pero de pronto llegó un mensajito de texto cancelando la cita.

Cuando regresaron de las vacaciones, algo cambió en ella. Diego siempre llegaba al cubículo de Sofía para saludarla. Él la notó fría. No sabía que ella ya había decidido hacerlo a un lado porque no sentía nada por él y le dolía que Diego no se diera cuenta de las falsas esperanzas que él le dio cuando salían. Diego se dio cuenta de su actitud tajante y del mal trato. Igual no aguantaba las ganas de decirle que la extrañaba y que quería estar con ella.

-Quiero hablar contigo, le dijo Diego una tarde. Ella sabía lo que significaba aunque esa petición la asustó, porque nunca pensó que se atrevería, y ahora, ya para qué. Al salir de la jornada de trabajo ambos se fueron caminando hacia carro de ella estaba parqueado. El le entregaría el corazón de madera que encontró aquella noche de la fogata y aprovecharía para decirle todo lo que él sentía unos meses antes.

Lo que él no sabía era que al entregarle el pequeño corazón y confesarle sus sentimientos ella lo rechazaría y solamente le devolvería: un abrazo de despedida.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

FACEBOOK: LA OSCURIDAD DEL GENIO


Mark Zuckeberg es un enjuto genio sabelotodo de comportamiento idiota que estudia en la Universidad de Harvard. Cuando nos presentan al geniecillo, este conversa con su novia y de pronto empieza una pelea que termina con el rompimiento. El despecho lo inspira a hacer una travesura. Es entonces cuando hackea varios sitios y en menos de 4 horas crea una página donde se pueden calificar chicas que todos conocen en el campus. Esto lo hace por aburrimiento y así dejar de pensar en su ex, Erica.

Con la ayuda de su mejor amigo Eduardo Saverin, ponen en práctica un algoritmo que les servirá para votar por la chica más sexy. El chiste se vuelve viral y para las 4 de la madrugada, solo 2 horas de subir el sitio, hay un tráfico de 22 mil visitas. Eso traerá serias consecuencias. Una, que lo odien todas las mujeres del campus y la otra es enfrentar a la Junta de Harvard. Este chiste cibernético le da gran notoriedad. Tanto que un par de deportistas con su amigo empresario le cuentan que quieren trabajar con él y le proponen una idea. Así empieza La Red Social. Dirigida por David Fincher y protagonizada por Jesse Eisnberg, Andrew Garfield y Justin Timberlake.

David Fincher nos encierra en un thriller de traición, codicia, calentura sexual y poder donde los nuevos millonarios no trabajan 50 años para convertirse en los modelos a seguir en cambio, nos define un estilo de vida y excesos gracias a las amplias oportunidades que da el universo de la internet. En dos horas, exploramos cómo una idea nace, se manosea, se limpia, se prostituye y explota a nivel mundial. Fincher utiliza una atmósfera similar a la película de "El extraño caso de Benjamin Button" y la renueva con el toque actual aunada a una brillante edición y musicalización de entre Trent Reznor y Atticus Ross.

El guión escrito por Aaron Sorkin (creador de West Wing) posee diálogos punzantes, irreverentes y destructivos. Dice lo que pensamos sin sentir culpa. La lejanía que deshumaniza es como un chat. "No hay carreteras en Bosnia pero hay Facebook.

Fincher nos presenta personajes estúpidos, antisociales y capitalistas, cuya ansia de poder y dinero es feroz. El creador Mark Zuckerberg -actuado de forma sobresaliente por Jesse Einseberg- crea con Eduardo Saverin -interpretado por Andrew Garfield- los simientos para hacer la red social que en estos momentos rige nuestras vidas.

La Red Social es una película que relata los tiempos del siglo XXI. No sobre la fundación de una empresa si no de la creación de una cultura donde la internet es una necesidad vital y el pertenecer a una red social es sinónimo de existir. Ha sido tan compleja esta moda virtual que ahora hasta se puede pelear, concordar, compartir, publicitar, conocer a tu media naranja, vivir, hacer dinero, ser popular, hacer espionaje, secuestrar y destruir reputaciones y demás.

Así empieza una pelea legal por derechos de autor -que sigue hasta hoy a pesar de lo que diga la película- que nos transporta entre el pasado y el presente y es brillantemente hilvanado por Fincher. La película está inspirada en el libro Multimillonarios por accidente de Ben Mezrich. Vendrá a Guatemala en enero y yo solo agradezco a la piratería. SALUD. Igual la voy a ver en el cine.