jueves, 10 de abril de 2008

Así empieza un rounder.


Listen, here's the thing. If you can't spot the sucker in the first half hour at the table, then you ARE the sucker.

Así empieza una de las mejores películas de póker dentro del montón que se han hecho. De los juegos de mesa donde se prueba hombría conocimiento e inteligencia, el poker sigue siendo el juego tahúr por excelencia. Ni el billar... y eso que la película de Tom Cruise y Paul Newman dirigida por Martin Scrosese, es de las mejores sobre ese deporte.

De 1998 Rounders es protagonizada por Matt Damon, Edward Norton, Famke Jensen y John Malkovich, John Tuturro y Martin Ladau. Fue dirigida por un director casi desconocido John Dahl quien ha hecho de las series de televisión un nicho propio y en el cine un pequeño lunar memorable.

Un jugador de cartas es alguien que juega por la gloria del deporte, fama y respeto de toda una comunidad de intelectuales deportivos. Un rounder (jornalero) es el juega por el día a día; comer, pagar cuentas y deshacerse de la ex esposa odiosa que alega porque no le pasa dinero.

Somos lo que somos y no podemos huir de ello. Nuestro destino nos escoge,
dice el profesor Petrovsky (interpretado por Martin Ladau) y esto le sirve a Mike reafirmar su fe en el juego y él como persona.
La película navega en máximas de jugadores, vivencias de pozos ganados y estúpidas apuestas para llegar a un destino final y con aire de Las Vegas, que afina la dirección del personaje Mike McDermontt (Matt Damon) y así saber de una vez por todas si será un simple Rounder se convertirá en un jugador profesional.

Muchos jugadores de poker profesional han dicho que ésta película ha sido la gota que derramó el vaso para convertirse en jugadores de poquer. Tal fue el caso de Chris Moneymaker quien fuera el ganador de la serie mundial de poker en el 2005. Aunque fue suerte de principiante, el señor Doyle Brunson ganador de 10 pulseras en World Series of Poker y una de las personas más influyentes del juego, predijo que Moneymaker no volvería a jugar una mesa final. En tres años no se volvió a oír del suertudo Moneymaker.

A la hora de jugar

Y es que para jugarlo hay que ser muy observador. Hay que aprender a leer el lenguaje corporal, saber si suda, si se juega las manos, cómo mueve los ojos cuando ve sus cartas, como toca sus fichas, cuanto va a apostar, si tiene un tic nervioso, cuando bluffea o si tiene una mano fuerte, intuición al máximo. Sí, claro, que se puede jugar a ciegas y se puede ser estúpido una vez... pero no funcionará siempre. Esto es de paciencia. Como un puma esperando a que pase el mejor jabalí aunque tenga mucha hambre. Así... sin hacer ningún ruido... Esa es la genialidad de apostar y ganar.

Las frase memorables de la película son muchas pero yo aquí dejo la mejor:
It's immoral to let a sucker keep his money. Pensá eso cuando estés en la mesa.

1 comentario:

Juan Pablo Dardón dijo...

Que el dios del Poker sea benévolo en nuestro viaje tahurístico, Allan.... SUERTEEEEEE A MI!!!!