miércoles, 16 de abril de 2008

Ahora todo cayó en abril.


Este mes de abril es distinto a otros. No hay bruma y hay frío. No tiene sentido. Ayer martes 15 de los corrientes que salí a mi visita judicial a la Torre de Tribunales, salí de mi casa berreando, con humor cáustico, colorado de la cólera, indignado, etc. Eché pestes a quien fuera. Hasta mis ex novias sufrieron.

A una, según me enteré, le escogerán su destino al emparejarla con un viejo 12 o 13 años mayor, que ella ni quiere. Para mis adentros dije, se lo merece por inútil, sentirse victimizada (porque fue víctima de una violación), eso le pasa por no estudiar. Es una orgullosa. Después despellejé a mi reciente ex novia. Me sentí decepcionado por que no me apoyó, me dejó cuando más la necesitaba, es una caprichosa e interesada. Me sentí victimizado yo también.

Mostré una debilidad furiosa y de pena ajena. Estas decepciones amorosas me visitaban en Noviembre o Diciembre para quedarse conmigo hasta febrero o marzo. Ahora la crisis me agarró más temprano que tarde o viceversa y, de a montón.

En fin... subí las escaleras y seguía pensando en círculos gastando fuerza mental. Entré al edificio del Organismo Judicial, subí al nivel tres, firmé y me bajé para seguir discutiendo con mis decepciones. Qué necedad. Al subirme al carro y sin darme cuenta, me calmé. Sentí esa sensación de tranquilidad y me repuse. De pronto el sol estaba en todo su esplendor, no había muchos carros, todo avanzaba rápido y en calma. Regresé a casa a traer mis cosas para ir a trabajar.

El sol seguía alumbrando y el día estaba con un azul brillante; hasta las nubes tenían otro color y sabor, El ambiente estaba limpio. Parecía un día de Noviembre. Al pedir perdón, se me quitó el humor cáustico y entre a la oficina con una sonrisa y con ganas... puchis. El enojo se fue y yo seguí con mi vida. Ellas también. Espero que estén bien.

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