domingo, 16 de noviembre de 2008

THE BEATLES, THE WHITE ALBUM: A 40 años


No tiene sentido, ni concepto. No dice absolutamente nada pero el mensaje es claro. Disolución alegre con dosis de rock, melancolía pura y locura provocada para joder al otro. Ya hacía años que Los fab four no funcionaban como banda pero El álbum blanco fue el hasta aquí. George Martín al conocer la atmósfera mística junto con la tensión en la que se encontraban Mcartney, Lennon, Harrison y Ringo, salió huyendo bajo la receta de vacaciones obligadas. No estuvo presente en la mayoría de las grabaciones de una joya tan dispar y brillantemente ejecutada.

Como a un preso que iba a salir en libertad el White Album era visitado, por separado, por cada uno de los Beatles. Casi nunca se veían entre ellos, se platicaban parcamente. Yoko se convirtió en el pegoste y quinto miembro no oficial. Harrison y Ringo sentían el desprecio intelectual de Mcartney y Lennon, y cada vez era más dificil incluir sus canciones en los discos de la banda Paul y John ni siquiera se veían a los ojos por el desprecio de Paul hacia Yoko. Mcartney se convirtió en un tirano y quería cambiar de manager proponiendo a su suegro ya que éste le daría preferencia. Qué dificil. A dónde se fue Martin? Quién sabe pero yo no regresaría. Es inquietante que Something y Hey Jude no lograron entrar en el album blanco.

Entrando en materia musical y fuera de la farándula. Es difícil saber qué pensar del disco. No se entiende, aunque si uno se deja llevar, resulta un viaje que empieza con canciones surf rock como Back in the USSR y termina en total desquicio como Revolution #9. Al escuchar Glass Onion, Lennon confunde a todos, sólo por joder "The walrus was Paul" Ya había tomado la decisión de dejar la banda y con ésta canción le decía a Paul por los viejos recuerdos... Adiós, y tiraba el trago al suelo. De alguna forma Lennon ya no quería ser Lennon sino el Señor Ono. Para ajuste de penas hay canciones que sirven para llenar espacio y ponía en evidencia decisiones autoritarias. Necedades infames como "Wild Honey Pie" y "Why Dont we do it on the road" que, seamos honestos, nadie las extrañaría. Bungallow Bill es como el Búfalo Bill de la India, solo que con mística hindú. Bueno...

Happiness is a warm gun es esa canción antiarmas donde Lennon ya escupe a la industria. Quién no está felíz luego de dispararle a un venado y después comérselo. Felicidad y unidad familiar. Sarcasmo exquisito. Mcartney también tiene lo suyo con Martha My Dear que es algo así como Lady Madonna solo que más interesante y sofisticada. Blackbird es un himno. Paul la dedicó a una chica de color en los turbulentos días de lucha por los derechos civiles de los negros en Estados Unidos.

Después nos topamos con la bestial "While My Guitar Gently Weeps". A Lennon, Mcartney y Ringo les pareció una canción que no sonaba como ellos. No les interesó. A George le pareció una canción buenísima. Harrison llamó a Dios (Clapton) y les dijo: Vamos a hacer esta canción con Eric. Los tres se negaron. Ninguna persona que no sea de los Beatles toca en nuestros discos, dijeron. George dijo: Es mi canción, la hacemos y punto. Y se hizo en un día, parece que fue en un domingo.

Grabado el milagro. Ringo pudo grabar la suya. Don't pass me by. Una canción country típica de desamor, eso sí, pegajosa. "Al parecer la meditación funcionó porque le sirvió a Ringo para escribir su primer canción" ironizó Lennon. Julia una canción dedicada a la madre de Lennon con ayuda de Yoko. Lennon lo dijo "mi madre y Yoko se convirtieron en una".

También hay canciones divertidas como Oh bla dí Oh bla da y Birthday que aquí en Guatemala la ponen todos los días en las estaciones "clásicas". Yer Blue es algo así como un preludio de Led Zeppellin. Cambios de ritmos, muy groovie, y con unos acordes de blues imponentes. Sexy Sadie es un adiós al Maharishi al descubrir lo falso que era este meditador de cartón. Las despedidas de Lennon nunca son agradables.

No entiendo qué diablos escuchó Charles Manson en Helter Skelter. Sus letras me parecen un tanto ridículas y juguetonas; una típica canción tonta de Paul. Nunca sabremos que hay en la mente de un loco. Paul grita con buenos acordes que lo respaldan. La escribió después de escuchar un disco de "The Who". Revolution sigue la misma línea de fuertes acordes y rock político. Ésta es la canción insigne del disco que suma todos los ingredientes de lo que fueron The Beatles; políticamente correctos con tintes izquierdosos. Recordemos que Vietnam estaba encima. El disco es comparable con el Sgt. Peppers, tiene atmósferas, rock fuerte y saturado con mucha alma y una evidente desunión. Es un punto de quiebre, la fractura de columna del gigante.

4 comentarios:

David Lepe dijo...

Yo no le agarro mucho al onda a este disco vos. Seguro es por todo lo que explicaste, yo no lo sabía.
Ahora por separado, sí hay rolas magníficas, como While my guitar gently weeps y Blackbird.
Pero hay otras, como Oh bla di, Oh bla da que neeel, no me gustan, pero cantadas por otros artistas cobran otra identidad y ya cambian.
Un saludo.

Allan Martínez dijo...

Aguafiestas: Nadie le agarra la onda a este disco vos. A mí me confundió mucho. Encuentro más estrucutra en otros discos como Let it Be, Help, Revolver, pero éste si me botó de la silla.

Raro vaaa porque otros artistas le dan un toque puntual al sentimiento que intentaron poner los Beatles. Eddie Vedder por ejemplo y los artistas del soundtrack de I am Sam. Es para debatirlo. Hay unas canciones de los beatles que son intocables y el soundtrack tiene varios sacrilegios, pero a la larga es cuestión de gustos. Saludos Amigo.

dumitraqui dijo...

es cierto The Beatles en ese tiempo ya estaba muy fragmentado, creo que antes harrison había "roto" con la agrupación pero pocos dias despues regresaron...

Lo bueno llega a su fin definitivamente era mejor cuando eran solo ellos y no estaba Yoko

Fernando dijo...

si bien ya estaban llegando a su fin,
ese para de rolas while my guitar gently weeps (mi cancion favorita) y blackbird son muestras del potencial que los bitles tuvieron