domingo, 11 de mayo de 2008

Un irónico Ironman


Siempre que sale una nueva franquicia de superhéroes, salimos de la sala queriendo ser el próximo superhéroe queriendo volar a la velocidad del sonido y ser indestructibles. Se puede filosofar sobre el escenario político en EEUU y Ironman sabe como a bandera de "rectificar los hechos" luego de lo que pasó en Afganistán e Irak. Con estos vientos "democráticos", y new age politics, este hojalatero es el gran mea culpa con sabor a fresa del momento en las salas de cine.

Iroman no deja de ser entrañable y con este largometraje se vé que tiene buena salud. Es impresionante volver a ver esa armadura indestructible de amarillo y rojo representada dignamente con efectos especiales de alto impacto y escenas de guerra a la altura.

Con la incorporación de Robert Downey Jr. (que es lo más atrae de toda la película) como el magnate empresario y playboy por excelencia, Tony Stark, la película redondea como un producto bien logrado y, según los fans, hace justicia al cómic original. Con Gyweth Paltrow... bueno... es difícil para todo súper héroe que su protagonista femenina no pase más de ser un ornamento porque cualquier historia de comics exige un idilio narcisista entre el yo humano contra el yo enmascarado y no solo en esta película sino que en todas las sagas de Marvel. No hay que quejarse de ella, al contrario, es maravilloso para la pupila ver a la Señora Martin como una pelirroja dorada, pero después... qué?

El conflicto moral que maneja en todo película de héroes nos pone en aviso su discurso pro-guerra sardónico en fase de rectificación. Es claro el ejemplo cuando Tony Stark prueba su nuevo misil para destacar el "American way of dealing with the war" y termina brindando con su Whisky con el lema "Por la paz". Luego Stark es capturado por un grupo terrorista que lo obliga a construir este misil que recién acaba de demostrar y el juego que es su vida choca con la dura realidad de ser un empresario que necesita la guerra para vivir y ahora debe luchar contra él. Ah las ironías.

Con estos nuevos sucesos inicia ese cambio espiritual en Stark. Al poco tiempo logra escapar. Y para probar que es una persona nueva, más equilibrada, regresa a su mansión para reafirmar su principio que para vivir en paz se tiene que tener el arma más grande para preservarla; allí nace Ironman. Guerra para enfrentar la guerra. Y de paso enfrentar a la gente de su empresa que ha vendido sus armas a los terroristas, sin saberlo el ingenuo playboy.

La película tiene un sabor que recuerda a "Batman Begins" con "El señor de la Guerra" de Nicholas Cage con un aire infantil a lo Astroboy que es llevado al celuloide, bien lograda gracias a Marvel. La película posee diálogos ingeniosos con un buen ritmo de comedia. Además tiene fabulosos gags que rozan la irreverencia.

Sigue siendo bastante seductor el concepto de ser un caballero de la guerra indestructible con sentimientos nobles y Ironman es sobresaliente. No se sienten las dos horas en el cine a pesar de que explica lentamente el cambio en Stark, de empresario a filántropo, sin llegar a profundizar ni a evaluar el cambio de conducta todo pasa rápido. Simplemente con mentalidad de empresario oportunista cambia a lo que sigue porque sino muere.

Pasado el discurso gringo... Ironman es disfrutable.

PD. Manchester flamante campeón de la Premier.

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