Manchester United hila con esta título su tercera orejona, luego que la conquistara en 1968 y 1999. El partido fue de infarto y ya se venía jugando desde Inglaterra en un cierre reñido por el título de la liga inglesa en sus últimas tres fechas. Moscú acogió a los feroces rivales que se enfrentaron en un duelo a muerte. Y es que la orejona se peleó hasta en los tiros de once pasos, sin que ninguno de los dos diera ventajas.
El primer tanto fue anotado por Cristiano Ronaldo, próximo balón de oro, jugador de la FIFA y soñemos, nueva contratación del Madrid, al minuto 24 adornado por errores defensivos de los Blues. Poco tiempo faltaba para que los diablos rojos se fueran a los camerinos con la ventaja pero el Chelsea cerró el primer tiempo con un gol. Essien tiró a la portería y el balón dió en Ferdinand, lo que fue aprovechado por Lampard, quién fusiló cuando Van der Sar se había ido con la finta.
En el segundo tiempo poco hubo de intenció de liquidar el partido, con pocas oportunidades que parecían sustos. Hasta allí. Se vinieron los tiempos suplementarios que servían como una antesala para retardar lo invitable: los penaltis.
Todos los jugadores llamados a fusilar concretaban y fue hasta cuando el próximo balón de oro Cristiano Ronaldo, falló otro penal, como el que falló en el Camp Nou. Y cuando el Chelsea tenía todo para ser campeón... el trágico falló de Terry y confirma al Chelsea como el eterno segundón. Van der Sar firmó con pluma de oro el torneo al parar el penal a Anelka. La suerte de campeón Manchester United se impuso. Moscú fue conquistada. Hay nuevo Rey.
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