SE ACABÓ YA ME HARTÉ... ME VOY,

No quiero saber nada más. No quiero saber cómo acaba todo. Me harté y lo suficiente como para oír con alegría cuando los grillos no canten más, las palomas caigan muertas y los muertos se queden sin fe. Basta, me harté de la asquerosidad. De la certeza de saber que mañana será peor que hoy. De que no me sale nada bien y que cualquiera se ríe cuando tartamudeo mis miedos. Ya me harté de esta maldita humanidad. De sentir todas las mañanas que la muerte se acerca con una botella de cianuro. De sus malditas lágrimas y mi risa enferma. Ya me harté que no hay nada para mí. Que otros finjan que disfrutan y que yo no pueda fingir.

Me voy. Me buscaré nada más en instantes. En aquel tejer de dedos y tus labios me convencían de que el hoy existe. Allá donde me sentía necesitado. Allá donde vivía y me creía el importante, un Dios. Donde fingía que era yo. A la mierda que me voy. Ya me harté. Necesito huir y escupirle al destino. No hay diferencia entre la verdad o la mentira... talvéz un segundo. Despreciar con una mirada venenosa todo lo que nunca tendré. Aplastar la vida mientras me besa la zuela. Encender mi cuerpo y pintar un cuadro, y con ese minúsculo poder crear un nuevo universo pero... mierda, que ya me harté de ser pequeño, minúsculo, débil. Sin sentido sin alas; roto como siempre. Ya me harté y me voy antes que me muerda el odio... A vivir a otro lado.