miércoles, 9 de julio de 2008

Hace 10 años


Fue para el mundial de Francia 1998 que mi padre murió. Un mes antes había fallecido la abuela de mi mejor amigo. Recuerdo esos días que Doña Chave murió. Estaba muy mal. Durante su última semana, antes de morir, no se levantó de su cama. Falleció un jueves en la mañana.
Por esos días, mi padre había llegado a la casa para decirnos que tenía cáncer y era necesario internarse en el IGSS. En la tarde salimos a caminar él y yo por toda la colonia. Creo él no sabía que iba a morir o si lo presentía lo negaba. Yo, por extraña razón, sí lo sabía. Estaba muy delgado y ya no podía hablar fuerte. Le propuse que no se fuera al IGSS, que se quedara en la casa y descansara, que es otra forma de decirle que muera en casa en paz a lado de la gente que lo quiere. Al final su necedad le ganó y dijo que ya había tomado la decisión. Yo seguía hablándole, pero nada. Mientras esperaba su orden para internarse había un olor a anestecia en la casa muy fuerte. Pobre, solo la gente que lo experimenta sabe cómo son esos dolores.

Esa plática fue suficiente para despedirme de él, sin embargo lo fui a ver una vez más al IGSS. En el cuarto estaban hacinados 8 enfermos en estado grave. Esa tarde que llegué, me contó mi Papá, que en la mañana había fallecido un señor con el que pasó hablando la noche anterior.

Cuando mi mamá regresaba del IGSS me contaba que mi papá estaba bien, pero con su mirada me contaba que ya sabía que mi papá tenía los días contados. El domingo 12, Francia ganó la final 3 goles a 0 frente a Brasil. Yo estaba super feliz. Fue la única verdadera alegría que tuve durante casi un mes. Me encontré a mi mamá a las 6 de la tarde en esas salidas que hago a la puerta de la casa para ver cómo está la colonia. Venía llorando. Me contó que mi papá le dijo que ya había vivido lo suficiente. Se disculpó con ella por todo lo que le había hecho y se hacía el reproche de que ya no iba a ayudarme con los pagos de la universidad.
Recibimos la noticia como a las 2 de la mañana. Recuerdo muy bien el frío que sentí.

Con el primer pilar de iglesia caído para siempre, rondan esas reflexiones sobre la muerte. He aprendido a tenerle respeto y comprender al muerto en la caja. Siempre los miro a modo de un último despedida. He visto un tío, mis abuelas, amigos, maestros y licenciados. Al encontrar los pensamientos sanos para enfrentar la situación, lo mejor es tomarlo como un paso más en la vida, ya no vivo atormentado. No me acuerdo de nacer, ni se como moriré, es lo de en medio lo que me preocupa. Creo que fue Woody Allen el que lo dijo. Vivir es tan natural como morir. Espero que me dé alguna enfermedad como Alzheimer así que cuando muera, yo ya me abré olvidado de todo un par de años antes y la muerte me asalte sin que me de cuenta.

4 comentarios:

Chicaborges dijo...

El día esta lluvioso y gris, los escalofríos están a la orden del día y entiendo sobremanera ese frío que dices. Es inolvidable. Igual que la desesperación que te da la certeza que alguien se va y nada se puede hacer. Se aloja muy dentro. Sin embargo algo pasa en uno que el dolor jamás vuelve a ser el mismo. Es como si una parte del tejido emocional se muriera... y la superficie para sentir fuera menor. En fin para mi esto es un tema no resuelto. Ta mando un abrazo de esos que se quedan con uno y sirven para estos días lluviosos y nostálgicos. L.

Juan Pablo Dardón dijo...

Puta madre, esta semana he leído dos textos duros sobre morir. Este y el de Chicaborges. Chingada madre, rechingada vida, bella muerte. El feeling como que se dispone a rancheras y tequila verdad?

Gabriel Arana Fuentes dijo...

Puta Martinez andás grueso. Sabés, tenía 11 años cuando vi mi primera muerte. Era la tía abuela Juana, tenía cancer terminal. Mi mamá llegó a visitarla, yo la acompañé. La viejita cerota le dijo a mi mamá. ¡solo a usted la estaba esperando! abrazó a mi mamá y murió. Lo que sentí en ese instante es algo que casí no comento por verguenza, pero a un cuate le pasó lo mismo y bueno creo que no fue un alisine. Resulta que al ver morir a una persona, se siente como si se reventara una burbuja de energía. SEntis que algo implosionó y te salpica con energía, así como cuando sentis la vibración de un cuete o una explosión, no es algo que ves, solo sentís. Se que suena muy fumado pero... aveces pasa.

Allan Martínez dijo...

Chicaborges: Se siente como un rayo te cayera encima.Gracias por el abrazo sirven mucho éstos días de frío.

JP: Yo por eso me dediqué a chupar el fin de semana. Mucho que enfrentar en éstos días. Salud.. hic!

Señor Arana: Já eso ya lo he sentido yo. Te cuento que cuando murió mi abuela... me llegaron a tocar la puerta.