viernes, 8 de abril de 2011

MISCELÁNEA XV: BRINDO POR ESO DIJO EL SEÑOR


Me estoy reventando los oídos con el disco de Foo Fighters, Wasting Light. Es viernes. Y ha sido una semana con demasiado trabajo. Viajes en carro por todas partes. Mis nervios empiezan a relajarse lentamente y solo quedan viejas ansiedades que mueren como gritos de cerdo agonizante. -¡Qué importa malditos muéranse!- y les pateo la cabeza mientras escupen sangre. La victoria puede ser tan cruel. Pero yo estuve del otro lado de la bota comiendo estiércol seco y viejo que todos tiraban.

Pagué mis deudas; todas. Tres años de esclavitud se fueron a la mierda. Estoy solvente y es hasta ahora que ya puedo darme mis gustos. Empecé con una nueva televisión. La miopia que tenía, bajó. Así que ya tengo unos lentes con menor graduación y ahora puedo leer más de una hora.

Rope suena. Tremenda. Es ya una clásica. Para el otro grandes hits. Como decía, voy a hacerme la operación láser de los ojos. Sinceramente ya estoy harto de las gafas. Ya no quiero ser artificial.

Tengo que decir que ahora todo está bien. Todo. Las malas experiencias son un recuerdo efímero. No tengo ningún daño espiritual aunque las cicatrices que llevo las muestro con orgullo; no me pesan, son ahora rasgos de viejas batallas. Reflejan un caracter duro, como de conquistador, un gran trofeo.

Así que ando en búsqueda de nuevos horizontes, nuevas aventuras. Quien sabe ahora puedo aprovechar este buen karma y podría convertirme en un pendenciero. Aunque vendrá de regreso la mala vibra y no creo que sea peor que antes. Talvéz me haga un tatuaje que diga: I'm a bad motherfucker, It's about fucking time.

Podría acostumbrarme a una vida de excesos pero todo a su tiempo. Quiero dejar de ser una inspiración de frases tristes para un cuento corta-venas o poema tierno. Creo que el chiste ahora es vivir. La evaluación de los daños siempre debe hacerse cuando lo malo está sucediendo. Hacerlo después es una pérdida de tiempo. Así que a vivir. Que los recuerdos los escriban otros; los que se quedaron atrás. Al diablo el pasado.

Uno de los primeros síntomas que me delatan después de esta crisis es que el gesto de malencarado se me ha borrado. Recuerdo cuando el señor Arana sabiamente me observó y me dice: ¿Qué te pasó? Se te ve descansado, tenés otra expresión. ¡Vaya! dije para mis adentros. -Pues ahí que salí de todas mis deudas -le contesté. -Con razón. Brindo por eso-. Acto seguido una Cerveza Moza refrescó aquella victoria. Qué bueno es celebrar las victorias con los amigos. SALUD.

Qué bueno está el disco Wasting Light. Haré una reseña pronto.

4 comentarios:

Juan Pablo Dardón dijo...

A mí no invitaste a celebrar ni mierda, así que me la debés aun, jajajaja. Me alegro mucho compadre!

Wendy García Ortiz dijo...

Después de la tormenta... ¡ya hacía falta la calma!

marielos dijo...

Me encantó la frase "que los recuerdos los escriban otros"

Issa dijo...

Que me alegro por ti! Que siga la celebración!