lunes, 14 de febrero de 2011

127 HOURS: AGONIA INSUFRIBLE DE GRAN FACTURA


Pocas y grandes películas alcanzan un nivel de incomodidad en el espectador donde, por dos horas, se es testigo de una historia difícil, agonizante, agotadora y lacerante como 127 horas que, dicho sea de paso, está basada en una historia real.

Aaron Ralston es un alpinista cuyo espíritu aventurero lo lleva a los desiertos de Utah y en un resbalón nuestro protagonista cae al fondo de una grieta junto con una gran piedra que le deja atrapado el antebrazo. Es así que un título como 127 horas nos provoca hacer cuentas con las dos manos para que luego de 20 minutos de duraciòn, nos enfrentemos a un drama que hace pleitesía a la sobrevivencia. Y sí, para los despistados, 127 horas es lo que se tardó en salir.

Encontramos en nuestros créditos, y como otro tipo de incomodidad, el nombre del director Danny Boyle que, en la propia voz de este autor, ha tenido una carrera para otro tipo de gustos, digamos, poco convencionales y en la última década, poco convincentes. Con Boyle podemos regocijarnos de aciertos mayúsculos, como Shallowgrave, Trainspotting, A Life Less Ordinary, y 28 Days Later, además de descalabros aparatosos como The Beach y Slumdog Millionare que si bien fueron aplaudidas y premiadas seguimos sosteniendo que nadie se sienta a ver éstas últimas en su sano juicio.

Si bien su carrera se maneja al filo de la navaya, Boyle retoma con autoridad ese cine intrépido, arriesgado y cautivador que nos atrapó en la década del 90 y 127 horas es un trabajo sólido que reafirma al gran director del que se seguirá esperando mucho y exigiéndo más. Conviene por parte de las nuevas generaciones revisar el inicio de su carrera pues ahí donde yace el verdadero corazón e integridad de Danny.

No te rindas

Seguimos a Aaron intepretado por un James Franco. Admirable es para cualquier actor cargarse una película a los hombros y que importe la historia que nos cuenta. Franco ha sido famoso por su personaje de Harry Osborn en la trilogìa de Spiderman, las comedias Knocked Up, Pineapple Express y su rol dramático en Milk.

A diferencia de Tom Hanks en The Castaway y con la ventaja de tener a una pelota llamada Wilson como acompañante en el caso de Franco, Ralston en sus 127 horas, debe lidiar con las visiones esquizofrénicas de salvamento, gritos de desesperación, ayuda con su equipo de sobreviviencia además del agotamiento de recursos y la muerte. Como ya conocemos la historia, en la vida real Ralston acaba por amputarse el brazo y está demás decir que la escena de la amputación es para enamorados del cine gore. La experiencia James Franco en 127 horas conmueve y entretiene. Franco transmite con mucha naturalidad y espontaneidad el espíritu de celebración por la vida, a pesar del horrible momento por el que atraviesa el personaje y cuya visión, comparte Boyle ya que si volteamos la mirada cada obra es una celebración a la vida a pesar de las tribulaciones.

127 horas es el retrato cinematográfico muy a lo Relato de un náufrago de García Márquez. Tiene momentos de mucha intensidad con inquietante ironía y risa nerviosa que son interminables. La narración de la película nos nos lleva al pasado, al presente y a futuros posibles con alucinantes escenas que gracias a la técnica cinematográfica y huella digital de su director, somos capaces de explorar mientras nos deja sin respiro. Muy recomendable. Si vamos a estrellas le pondría 4 de 5.


4 comentarios:

Juan Pablo Dardón dijo...

Gracias por la excelente reseña amigo. Con ella me quedo que la lica, no la miro. Eso de amputar ajeno, lo soporto, pero lo propio... nel pastel. Ya es hora de juntarnos vaa?

Allan Martínez dijo...

Claro muchacho ya toca. Una salida de viernes de alcoholización y acabar oyendo rock y bebiendo chela allá en el Attitude sería fenomenal. Digo antes que lo cierren.

David Lepe dijo...

Tá bonita tu reseña vos, bien detallada. Aunque me hubiera gustado que profundizaras un poco en esa angusta de sentirse atrapado en la vida, así como me explicaste en persona hace unos días. Que no es necesario una roca en tu mano para sentirte agobiado y sin salida.
Y no entiendo por qué insistís que The Beach y Slumdog Millionare son malas. The Beach es la historia de una sociedad paralela a la nuestra con sus propias reglas, y Slumdog Millionare es un cuento de hadas narrado como un tributo a Bollywood. No las menospreciés tan fácil. No son lo mejor de Boyle, éstá bien, pero decir que son malas...
Orale vato.

Allan Martínez dijo...

Tengo pensado hacer un 127 horas Lado B porque la película a nivel personal fue un trancazo.

En cuanto Slumdog... bueno creo que Bollywood tiene más que ofrecer y en gustos todos los tenemos. Con 127 horas la cosa se puso muy buena para mi ya que recuperé la fe en Boyle. Solo eso puedo decir.

Orale muchacho.