El canal VH1 intenta atraer nuevo público de todo tipo y de cualquier gusto musical. Eso quiere decir que hay un ápice de visión y que se quisieron arriesgar y dar la impresión que este canalillo puede tener chispazos de respeto. Los documentales de rock n' roll son mioclonías de acaso, un nuevo rumbo. Creo que el tiempo me dirá que me equivoco. Por el momento diré que: algo pasa.
Podemos decir con toda propiedad que el género de los corridos es tan famoso como el género del mariachi en México y el canal apostó por desenchufar a un gigante. Los Tigres del Norte es la agrupación regional del vecino, y es la más importante y lo que es mejor son ultrarespetadísimos por distintas alas intelectuales, rockeros, metaleros y aguafiestas musicales. Sin duda son unos Rolling Stones. Los tigres podrían ser cualquier grupo, sin embargo la música, lo que dicen y las letras son el plus de alerta que como Calamaro diría: "Estamos contemplando a unos divinos". Cada canción es una historia de la entraña misma con ese humor tragicómico del latinoamericano. Como toda banda tienen sus lunares al componer uno que otro narcocorrido que bien podría despertar en el humano aquel demonio de portar una arma de inteligencia artificial israelí para vender polvo, y andar en chevrolets de 8 llantas y de esta manera, convertirse en un cliché narcótico que ahora dicen, buscan ampliar sus horizontes vocacionales en la carnicería, para ser más exactos.
Los Tigres del Norte mostraron en este unplugged que son una banda importantísima que tiene la "voz del pueblo", como se hacen llamar. Y cuando se ponen las raidas vestimentas del ilegal sacan ese canto del oprimido que ya está harto de tener la bota en el cuello. Pero también entretienen y al lograrlo, dejan una sonrisa impregnada con ganas de ser coleccionista de botas de cuero y sombrero de vaquero Marlboro que cada vez que puede limpia esas espuelas que han herido a cientos de caballos.
Canciones como la infernal Jefe de Jefes que retrata esa melcocha de compadrasgos corruptos entre todos. El paraíso y el idilio de poderes entre los que lo tienen y los que tienen poco. Los de aquí contra los de allá. Los malos contra los más malos. Un retrato de una sociedad que suda corrupción hasta por los fetos.
Clásicos infaltables como "La mesa del rincón" que en la introducción un Calamaro ladrón-genio se apropió al colocar las palabras en las hojas de un tango. Irresistible. Sólo Calamaro se puede salir con la suya. Y después la introducción de lágrima hilarante de los Tiger-Stones. "Abran la cantina que acabo de dejar carga en Texas cabrones y traigo la billetera gorda de dólares SALUD"
Calamaro se metió con todo y Xilófono en la rolita de "Quiero Volar Contigo". De la ultratumba se vino Zack de la Rocha que aprovechó el discurso contestatario antiyanki de los tigres. Esa feroz mentada de madre de "Somos Americanos" y todo el hueveo de estados que hicieron los gringos y que empezó en 1845. Claro que los mexicanos también hicieron lo suyo al robarle a Guatemala los territorios de Chiapas y Soconusco. Bonitas las víctimas pero también nos jodieron. (Eso no lo dicen, putos.)
Siguiendo en la línea del unplugged, es de aplaudir la Jaula de Oro cuando Juanes hizo su aparición. Otro de los narcocorridos clásicos es: Contrabando y traición que en México hicieron películas de la lucha de narcos y que pasan en el canal Latino.
Se me hizo como sentón de testículos la aparición de Paulina Rubio. Lo fresa no se le quita ni con los tigres. Fue creo, el momento incómodo de la noche. La Manzanita... bueno divertida "canción de culito" para echar el rapidito doble paso de vaivén. Fue también interesante la interpretación de Diego Torres que si no encantó pues cayó bien. Algo tienen estos corridos que une a todos. La Puerta Negra infaltable. Los saxos siempre suenan como a santa virgen de procesión en plena semana santa.
El unplugged de los Tigres del Norte es ya un clásico. Lo pongo a la par de cualquier grupo sajón y talvéz después del de Soda Stereo por el lado latino. Poderoso sin duda. Se queda uno pidiendo más historias, desamores, guaro y violentos compaces con olor a cocaína, cuero y pólvora. Tengo que confensar que me despertó una terrible curiosidad verlos en vivo.
***Gracias a Isaí de la Cruz por pasarme este material de colección. Gracias señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario